"FUNDACIÓN CULTURAL AYA HATARIY"
Soy Martín Cisneros, un artista más, un apasionado más, un representante de la cultura a nivel nacional más. La única verdad que les quiero transmitir, es que la cultura, el arte forjan la esencia de la comunidad. Es fulminante, necesaria, vivaz, transmitida, utópica. Sin el arte, el ser humano está incompleto, está falto de vida. Mi camino en el arte inició a los nueve años de edad. Un pequeño niño con un sueño, algo tan simple como abrir un espectáculo para un colegio. Durante toda mi vida desde que tengo memoria, me dediqué a cantar bajo mi propia sombra. No fue sino hasta este momento, que me di cuenta que a eso quería dedicar mi vida entera. Fuera del talento, la habilidad, la capacidad, que el resto de personas veían en mí, no fue sino el impulso de transmitir a través de mi voz una historia, un verso, una verdad, mi esencia, a la audiencia presente la que me llenaba de orgullo. No fue sino el que el común denominador de la gente se identificara con lo que para mí representa la música y el canto lo único que en verdad me importaba. Fuera de una compensación económica, fuera de fama, fuera de riqueza, fuera de reputación, fuera de conocimiento, todo eso es efímero, adherente, expectante, a la verdadera razón de mi propósito, presentarme ante el mundo como lo que soy, Martín Cisneros. Y aquí estoy, apoyando su causa común, deslindarnos de la discriminación a los artistas en la sociedad ecuatoriana. Somos influyentes, somos necesarios, somos vida, para todo el Ecuador, y para todo el mundo.
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